Esta semana se inicia la campaña contra el CiberBullying en la escuela.
¿Que es el CiberBullying?
El Ciberbullying es el uso de los medios telemáticos (Internet,
telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso
psicológico entre iguales. No se trata aquí el acoso o abuso de
índole estrictamente sexual ni los casos en los que personas adultas
intervienen.
Por tanto
tiene que haber menores en ambos extremos del ataque para que se
considere Ciberbullying: si hay algún adulto, entonces estamos ante algún otro
tipo de Ciberacoso.
¿Cuándo estamos ante un caso de Ciberbullying?
Estamos
ante un caso de Ciberbullying cuando uno o una menor atormenta, amenaza,
hostiga, humilla o molesta a otro/a mediante Internet, teléfonos móviles,
consolas de juegos u otras tecnologías telemáticas.
¿Cómo se manifiesta el Ciberbullying?
Las
formas que adopta son muy variadas y sólo se encuentran limitadas por la
pericia tecnológica y la imaginación de los menores acosadores, lo cual es poco
esperanzador. Algunos ejemplos concretos podrían ser los siguientes:
Colgar en Internet una
imagen comprometida (real o efectuada mediante fotomontajes) datos
delicados, cosas que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a
conocer en su entorno de relaciones.
Dar de alta, con foto
incluida, a la víctima en un web donde se trata de votar a la persona más
fea, a la menos inteligente… y cargarle de puntos o votos
para que aparezca en los primeros lugares.
Crear un perfil o espacio
falso en nombre de la víctima, en redes sociales o foros, donde se
escriban a modo de confesiones en primera persona determinados
acontecimientos personales, demandas explícitas de contactos sexuales…
Dejar comentarios ofensivos
en foros o participar agresivamente en chats haciéndose pasar por la
víctima de manera que las reacciones vayan posteriormente dirigidas a
quien ha sufrido la usurpación de personalidad.
Dando de alta la dirección
de correo electrónico en determinados sitios para que luego sea víctima de
spam, de contactos con desconocidos…
Usurpar su clave de correo
electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario
no lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le llegan violando
su intimidad.
Provocar a la víctima en
servicios web que cuentan con una persona responsable de vigilar o moderar
lo que allí pasa (chats, juegos online, comunidades virtuales…) para
conseguir una reacción violenta que, una vez denunciada o evidenciada, le
suponga la exclusión de quien realmente venía siendo la víctima.
Hacer circular rumores en
los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable,
ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo
que leen, ejerzan sus propias formas de represalia o acoso.
Enviar menajes amenazantes
por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de
Internet en los se relaciona de manera habitual provocándole una sensación
de completo agobio.